2020 toca a su fin pero, ojalá haya supuesto un nuevo nacimiento.
Acaba de ser Navidad y el año toca ya a su fin. Navidad, según el diccionario de la Real Academia Española, proviene del latín tardío nativĭtas, -ātis “nacimiento”. En su primera acepción dice “En el mundo cristiano, festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo”, y en la cuarta, hace referencia al uso coloquial de navidad como el año de edad de una persona, por ejemplo y en plural: “El abuelo tiene ya muchas navidades”. Las dos acepciones evocan amor, cariño por los pequeños y cariño por los mayores…
En este año han ocurrido muchas cosas y muchas de ellas muy sorprendentes. Algunas muy tristes, otras que han implicado mucho sacrificio, problemas añadidos y un largo etcétera. Pero también se ha desatado en lo más profundo un río de solidaridad, de unidad, nos hemos dado cuenta de estamos rodeados de personas que no conocíamos: los vecinos, todos los que salían al balcón a aplaudir y que hemos caído en la cuenta que viven a nuestro lado y normalmente ni siquiera les vemos. Hemos percibido que estaban pasándolo mal y en muchas ocasiones hemos tendido la mano, en definitiva, hemos invertido nuestras prioridades, sabemos, más que nunca, qué es lo importante en la vida, nuestra humanidad, el deseo de ser felices que todos tenemos en común.
Durante esta pandemia se nos ha dado la oportunidad, y se nos sigue dando, de tomar partido desde lo más hondo de nuestro ser. Apostar por lo que realmente importa en la vida, que es ser feliz con lo que uno tiene, incluso en las dificultades y sacar algo positivo de todo lo que nos pasa…Para muchos es el momento de agradecer estar sanos, o haber superado dificultades, al final es cumplir más navidades, pero no en el sentido de cumplir por cumplir si no en el sentido más profundo de ganar en experiencia y que los años que pasan nos ayudan a saborear el gran don que es la vida, que es cada dia, cada hora y cada segundo.
Este año, y hablo por mí, no toca distraernos con mil cosas superfluas de esta sociedad que nos rodea, aunque, sí, lo sé, no es fácil, pero puedo empezar con reconocer lo agradecida que estoy y no con la respuesta automática de dar las “gracias”, sino personalmente y por hechos concretos.
Con el blog “Te Acompañamos” hemos querido dar espacio para que personas muy diferentes contaran sus experiencias y sacaran a flote la potencialidad y positividad, aunque fuera muy pequeña, de cada situación y que, de este modo, pudieran servir para acompañar y ayudar a otros que estuvieran pasando por situaciones parecidas.
Quiero dar las GRACIAS a todas las personas que habéis participado compartiendo vuestros post con todos nosotros, dejando un poquito de cada uno, escribiendo en primera persona como padres, madres, familiares, o en nombre de las entidades en las que trabajáis.
Ana, Álvaro, Andrea, Adriana, Elena, Leticia, Ana María, Patricia, Ángela, Lary, Verónica…GRACIAS por ayudarnos a cumplir el reto. Me parece increíble el resultado.
GRACIAS por colaborar para que este mundo sea cada día un poco mejor.
Feliz Navidad y Feliz año nuevo
Ana Artacho
Coordinadora de Proyectos de la Fundación Caser