Acceso al mercado laboral de personas con discapacidad.
En estos difíciles e inciertos tiempos que nos ha tocado vivir, el dicho popular “no hay mal que por bien no venga”, se hace plenamente aplicable para tratar de buscar el lado positivo de las cosas. Hemos tenido que confinarnos y reducir al máximo nuestras relaciones sociales y laborales, sin embargo, hemos descubierto herramientas que nos permiten seguir con nuestras vidas “de otra manera”. Una de estas fórmulas es el Teletrabajo.
Para las personas con discapacidad, esta modalidad de empleo que, por otra parte, ha llegado para quedarse, se presenta como una oportunidad excelente para poder acceder al mercado laboral, y cuenta con no pocas ventajas:
- Ahorra tiempo y dinero, y evita los desplazamientos, que en el caso de las personas con movilidad reducida es, a veces, una carrera llena de obstáculos.
- Facilita una mayor conciliación de la vida laboral y familiar.
- Reduce los conflictos y el absentismo laboral.
- Mejora la autonomía, ya que el profesional puede organizar con más libertad su tiempo de trabajo…
Por supuesto, también presenta inconvenientes, pero ¿qué faceta de la vida no los tiene?
El Teletrabajo conlleva, además, el manejo de aplicaciones tecnológicas que son también de gran utilidad en las actividades de nuestra vida diaria: videollamadas (Zoom, Teams, Skype…), correo electrónico, navegación por Internet, chats, etc., que contribuyen a la mejora de nuestra calidad de vida y, muy especialmente, en el caso de las personas con discapacidad, que pueden estar “conectadas con el mundo” sin salir de casa.
El uso de las tecnologías de la comunicación forma parte, cada vez más, de la vida cotidiana y su utilización debe ser fomentada para que las personas con discapacidad que aún no las manejan, puedan sacarle el mayor partido posible. No se trata de convertirnos es “tecnoadictos”, pero sí aprovechar los recursos que nos ofrecen en nuestro día a día.
Según un estudio de Fundación Adecco, un 64% de las personas con discapacidad puede trabajar gracias a las nuevas tecnologías.
“El desarrollo de la tecnología convencional (móviles, tablets, apps, etc.) y la irrupción de adaptaciones tecnológicas (ratones y teclados virtuales, impresoras braille, entre otros muchos) han permitido recuperar el talento de personas con discapacidad que, hasta el momento, permanecían excluidas del mercado laboral. La tecnología nos equipara a todos y reduce una brecha que parecía insoslayable”- Francisco Mesonero, DG Fundación Adecco.
Es cierto que aún queda mucho por hacer para lograr que el Teletrabajo sea una realidad para todas las personas con discapacidad que quieren trabajar, pero ya hemos iniciado el camino que, aunque impulsado por algo tan grave como una pandemia, se presenta como una importantísima oportunidad de mejora.
Marisa García-Añoveros García
Responsable Formación y Empleo
ASPAYM Madrid