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Foto de una niña que sonrie en un columpio y con una protesis del brazo

Dos meses. Sesenta y dos días desde que Clara y María se conocen. Cientos de horas esperando este momento. Dibujos, sesiones de pruebas, mediciones, risas, ilusión y ganas de saltar a la comba como llevaba mucho tiempo soñando. Probamos que todo encaja, da el primer salto y Clara mira a María con un brillo en los ojos confirmando que el reto está superado. 

Ha sido el último día de taller de co-diseño y otras niñas y niños también prueban su gadget para sus aficiones favoritas. Hay muchas voces y ambiente festivo, cada niña o niño con su equipo, además de probar y evaluar, juegan, dibujan o se cuentan sus próximos retos, ideas y proyectos, ¿qué han estado haciendo estos meses los peques y sus equipos con tanta ilusión? 

Se trata de los talleres SuperGiz, unas sesiones donde niñas y niños con falta de brazo o mano, junto a un equipo especializado crean su propia prótesis impresa en 3D. Podrían ser unas sesiones habituales para Clara desde que nació pero es la primera vez que está en un proceso así. Lo normal hasta ahora eran sesiones entre médicos, medir y usar a veces una prótesis de catálogo. Ella junto a su equipo con María, Rosa, Mónica, Carlos y Antonio han diseñado una prótesis específica para saltar a la comba, donde ella diseñaba y probaba cada idea y avance. Además de los conocimientos en diseño 3D, terapia ocupacional, ingeniería o impresión 3D del equipo, María aportaba su conocimiento como experta en experiencia, sabe exactamente lo que quiere y cómo lo quiere. Para el resto de actividades cotidianas, en realidad, no necesita nada. Se acostumbró desde pequeña a valerse por sí sola y sólo hay algunos retos pequeños que quiere superar.

Poner en diálogo todo ese conocimiento de manera horizontal con el objetivo de facilitar el día a día de una persona es una de las claves de estas sesiones de taller donde el confort y la complicidad entre las ingenieras y María es imprescindible para que surjan las mejores ideas, para que se hagan preguntas incómodas que dan lugar a nuevos diseños o para que se diga sin tapujos que una propuesta no funciona. En la complicidad nace la innovación y fue como surgió la idea de SuperGiz, al preguntar a un niño cómo quería que fuese su mano, respondió, “yo no necesito una mano, quiero jugar al baloncesto y necesito una palmeta para combinar la pelota”. Así empezamos a pensar en un sistema que no pareciese una mano y que solamente responda a actividades específicas. Es la prótesis SuperGiz, una especie de guante adaptado a cada brazo o mano y con gadgets intercambiables para cada actividad. Son las niñas y niños las que co-diseñan cada una de las soluciones en sesiones iterativas con su equipo, colaboran cada una aportando sus ideas y conocimientos en cada paso, primero en bocetos y en papel, después en ordenador y después en impresoras 3D. Las mismas máquinas que servirán tras varias pruebas para fabricar los productos acabados y listos para usar. Además, participan varias niñas y niños a la vez con sus equipos, es decir, al menos cinco grupos con unas cinco personas en cada uno. De esta manera logramos tener una experiencia colectiva más robusta y enriquecedora, con niñas y niños en sus mismas condiciones, compartiendo experiencias, expectativas y siendo por unas horas uno más. 

Colaborar, diseñar en común, cambiar de metodologías o introducir nuevas tecnologías no está reñido con el rigor, la calidad y las garantías. Cada paso es revisado y evaluado por las ingenieras, y terapeutas, cada una siguiendo sus respectivos protocolos pero por una vez, todas en una misma sala, codo con codo pensando en común. Establecer nuevos espacios de escucha, con capacidad de generación de soluciones técnicas puede ser una gran oportunidad para innovaciones en nuevos productos, mejora de los ya existentes, pero sobre todo, para la mejora en la calidad de vida de las personas con alguna dificultad y su empoderamiento como personas activas y con pleno derecho en la decisión sobre su salud y su cuerpo. 

Hacer y pensar en común, compartir y dejarse afectar para crear la complicidad con la que Clara y María se miran sabiendo que todo ha funcionado. 

Francisco Díaz
Fundador de Autofabricantes
(Coordinación / Investigación)
Autofabricantes/Supergiz