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Foto de una mujer con mascarilla que hace la forma de corazón con las manos

De siempre aprendemos que “la experiencia es la base del conocimiento”, pero ¿qué pasa si lo que ahora tengo que afrontar no lo he vivido?, ¿con qué conocimiento lo enfrento?, ¿y si además es casi todo incierto? Éste es, en grandes titulares, el reto al que nos tenemos que enfrentar.

1    El miedo

Y en este contexto aparece el mecanismo emocional que, cuando es útil, nos ayuda a gestionar amenazas…. el MIEDO. Pero ahora la amenaza, a diferencia de otros momentos de la historia, es un peligro que no se ve, que no se oye, que no está asociado inherentemente a la violencia… “sólo” percibimos, o adivinamos, sus perniciosos efectos. Hay una tranquilidad constantemente amenazante y silenciosa, en términos físicos, emocionales, sociales, políticos, económicos,… y aquí aparecen, en bastantes ocasiones, la “compulsividad” y el “egoísmo” (justo los mecanismos contrarios a lo que necesitamos ahora).

2    El reto. ¿Dónde puede estar entonces la clave que nos permita afrontar el reto al que nos enfrentamos? 

Pues, en mi opinión, precisamente en la propia definición del reto, es un reto colectivo y, como tal, debemos concebirlo. Sé que esto puede sonar a “obviedad” pero permíteme que juntos ahondemos más en la trascendencia que esta concepción tiene:

•    Hablamos de un reto colectivo y su resolución estará vinculada a cómo gestionemos nuestras emociones, mentalidades y comportamientos individuales, porque como dijo Alejandro Magno: “De la realización de cada uno, depende el destino de todos.”
•    La solución está, por tanto, en la reciprocidad, en la responsabilidad compartida y en que los comportamientos que desarrollemos nos lleven a una nueva dimensión de la colectividad. 
•    Bajo todo esto se encuentra siempre nuestra mentalidad. ¿Y cómo podemos definir la mentalidad en términos de lo que estamos hablando? Como el ejercicio propio y responsable para considerar y graduar el impacto que tiene en los demás lo que hago.

3    ¿Son los demás objetos para mí? ¿Pienso en el bien del colectivo?

Luego lo importante es que nos centremos en la mentalidad como mecanismo para romper la paradoja asociada al reto que enfrentamos.
Si, en situaciones actuales, percibo a los demás como objetos, ya que no veo su conjunto de objetivos, retos, necesidades… si no que me enfoco únicamente en los míos, los estoy viendo desde una mentalidad en la que los veo como: 
•    Obstáculos, si me estorban.
•    Vehículos, si les utilizo
•    “Entes irrelevantes”, si considero que no me estorban, o puedo utilizarlos. 

Imaginemos, también por un instante, que en momentos como los que estamos viviendo me dejo llevar por la compulsividad, por los sesgos y prejuicios… si lo hago, estaré únicamente centrado en la consecución de mis propios objetivos, mis problemas, mis retos “Individuales”.

Este es un patrón plenamente estudiado, y se da entre nosotros en situaciones en las que nos vemos superiores o inferiores a aquellos con los que nos relacionamos, y desarrollamos un mecanismo “hiper-entrenado” en nosotros, el de la “auto-justificación” (como en el Principito…. “preferimos tener razón a ser felices”, o conseguir los objetivos colectivos, que paradójicamente engloban los nuestros).

4    Necesitamos una fuerza humanizadora.

La fuerza que humaniza, y que ahora necesitamos, es la derivada de una mentalidad que nos lleva a considerar el impacto que tenemos en los demás, y a ver cómo este impacto afecta a la consecución del reto colectivo.

La mejor noticia es que para conseguir humanizarnos “sólo” hay que “entrenarse” transformando nuestra mentalidad como vehículo para lo que estamos viviendo, y lo que nos va a tocar vivir en los próximos meses, años… Y lo haremos mediante la “gimnasia” del aprendizaje, transitando por tres niveles: 

•    Entender: “ver cómo impacto en los demás”.
•    Sentir: “dar sentido y ajustar mis comportamientos”. 
•    Y vivenciar: “constatar/medir lo que supone mi comportamiento en los demás”.

Si no quieres entrenarte en esto… hay una última opción: “guarda tu amor, tus abrazos no dados, tus preguntas curiosas no hechas, tu ánimo y ayuda no expresados… y ten la «fe» necesaria para accionarlos cuando puedas/quieras. Pero, recuerda, quizás ya sea tarde o no tenga sentido, porque el reto es colectivo y, por definición, en el colectivo también estás tú”. 

 

José Luis Santamaría Ábalos
CEO de Newbeing. Director de Innovation Wars. Fundador de “Fundación Elígete”. 
Socio De Filiatly. Colaborador de Arbinger Institute Y EAE Business School
 

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