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Foto de una mujer que sostiene unas flores mientras bosteza por cansancio

Diferencias entre la astenia primaveral y la depresión o la ansiedad

Con la llegada de la primavera es muy común la aparición en algunas personas de una sensación de falta de fuerzas, de decaimiento, apatía, fatiga física o, incluso, ausencia de iniciativa. Esto es lo que se llama “astenia primaveral”, algo que puede ser confundido con la depresión o la ansiedad, pero que en realidad no lo es.

La psicóloga Sara Navarrete, directora del Centro de Psicología Clínica y de la Salud de Valencia, ha afirmado que la principal diferencia es que el estado de astenia es pasajero y apenas dura un par de semanas, que es el tiempo que necesita nuestro cuerpo para adaptarse al cambio horario, que aumenta las horas de luz durante el día y hace que éstos parezcan más largos.

Algunos síntomas que pueden indicar que tenemos astenia primaveral son:
1.    Sentir cansancio de forma habitual.  
2.    Tener alteraciones de sueño. “Al anochecer más tarde tendemos a cambiar los horarios de acostarnos, cuesta conciliar el sueño y eso hace que no tengamos un descanso de calidad”, ha comentado la psicóloga.
3.    Presentar somnolencia diurna. “Y ese no descansar por la noche se refleja por la mañana. Al día siguiente podemos notar somnolencia. El cuerpo nos indica que no descansamos lo suficiente la noche anterior”, ha continuado.
4.    Tener falta de energía. La falta de ese descanso provocará dificultad para realizar actividades que antes se realizaban con facilidad.
5.    Sentir irritabilidad y ansiedad. “Al sentirnos cansados y sin fuerzas no tenemos ganas de hacer nada y eso nos hace estar más irritables y nos puede llegar a provocar ansiedad porque notamos que no llegamos a todo lo que tenemos que hacer”, ha enfatizado Sara Navarrete.
6.    Tener pérdida de apetito.
7.    Notar falta de concentración.

“Si esos efectos duran más de dos semanas y a estos síntomas se le suma la tristeza, la sensación de que nuestra vida no nos interesa, no encontramos motivación o no queremos salir de la cama, deberíamos pedir ayuda profesional ya que estaríamos hablando de ansiedad o depresión”, ha explicado Sara Navarrete.

En relación a las causas que generan esta afección en primavera, ha declarado que principalmente son el aumento de las temperaturas, que afecta a nuestro organismo y disminuye las ganas de realizar actividades; que hay más horas de luz y no estamos acostumbrados a estar tanto tiempo activos; y las alteraciones del ritmo circadiano que se producen al cambiar la hora y que hacen que descansemos menos y peor.

“Si bien esto nos afecta a todos, las personas que llevan una vida más relajada es más común que se den cuenta de que les cuesta mucho más hacer lo mismo; mientras que las personas que llevan un ritmo de vida muy acelerado prácticamente no van a notarlo”, ha informado la psicóloga.

Algunas recomendaciones en esta época del año son realizar ejercicio y mantener la actividad física, es decir, no dejar de hacer cosas por falta de ganas, quedar con amigos y familiares, y tomar consciencia de que sólo se trata de un periodo y pasará. Según ha comentado Sara Navarrete, esto ayudará a llevarlo con mayor serenidad y afrontarlo mejor rebajando así los niveles de autoexigencia y autocastigo.

 

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