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Con la llegada del verano, llegan también las infecciones urinarias. Por esta razón, ROC Clinic, centro médico de urología avanzada, recuerda la importancia de prevenir las infecciones urinarias durante esta época del año. Las altas temperaturas, la humedad y los cambios en las rutinas diarias son algunas de las causas que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta molesta afección.

Las mujeres tienen más riesgo de contraer infecciones en las vías urinarias y con mayor frecuencia que los hombres, debido, principalmente, a la longitud de su uretra, que es más corta, de manera que disminuye la distancia que las bacterias deben recorrer para alcanzar la vejiga. En este sentido, se estima que entre un 10 y un 12 % de mujeres en edad sexualmente activa y un 25 o un 30 % en la posmenopausia sufre infecciones urinarias de repetición (más de tres veces al año), especialmente en época estival, lo que las obliga a tomar medidas preventivas.

Aunque es menos habitual, las infecciones urinarias también afectan a los hombres. En varones jóvenes se dan en torno a un 2 o 3 % y, al aumentar el tamaño prostático, alrededor de los 45 o 50 años de edad, esa cifra se eleva al 7 o 10 %.

Los síntomas más comunes a los que hay estar atentos para tratar precozmente la infección y evitar una propagación hasta los riñones son: dolor y ardor al orinar (disuria), necesidad frecuente de orinar, micción en pequeñas cantidades, orina de aspecto turbio y con olor fuerte, presencia de sangre en la orina y dolor pélvico en el caso de las mujeres. Es importante tener en cuenta que, en el caso de las personas mayores, los síntomas de una infección de orina pueden confundirse con otras patologías, dado que cursan con síntomas muy inespecíficos como, por ejemplo, decaimiento o malestar general.

Existen tres tipos de infección urinaria:

  1. El más común en mujeres es la infección en la vejiga, también conocida como cistitis. Este tipo de infección es causada por la bacteria Escherichia coli (E. coli) en un 80 % de los casos, que es un tipo de bacteria propia del tracto gastrointestinal y que vive  en la piel alrededor de la vagina. Desde aquí, esta bacteria puede entrar en las vías urinarias, ascender hasta la vejiga y producir una infección urinaria. 
  2. Si la infección se circunscribe únicamente a la uretra, se produce una infección conocida como uretritis. También puede ser causada por una enfermedad de transmisión sexual (herpes, la gonorrea, la clamidia y el mycoplasma). 
  3. Infección de los riñones, conocida como pielonefritis, que es la más grave. Se produce cuando una infección en la vejiga no tratada se propaga hacia los riñones, pudiendo causar daños permanentes.

Existen diferentes tratamientos para las infecciones de orina. El tratamiento durante la fase aguda consiste en tratamiento antibiótico para erradicar los gérmenes y antiinflamatorios para aliviar los síntomas. En el caso de que las infecciones urinarias sean recurrentes, existen diferentes esquemas de tratamiento para evitar estas recurrencias. 

Entre estas alternativas, el doctor David Carracedo, responsable de la Unidad de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica de ROC Clinic, destaca la inmunoterapia, que busca fortalecer el sistema inmunológico de la mujer con infección de orina. Y, por otra parte, la instalaciones endovesicales, que ayudan a regenerar la mucosa de la vejiga afectada, dificultando que las bacterias se adhieran nuevamente a las paredes. Además, el doctor Carracedo afirma que “se pueden asociar otras medidas encaminadas a regenerar las bacterias propias de la vejiga o vagina como los probióticos y terapias naturales, encaminadas a dificultar la adherencia de las bacterias a la pared de la vejiga como los arándanos rojos y la D-manosa”.

Para disfrutar de un verano saludable y libre de infecciones urinarias, los expertos recomiendan:

  1. Una correcta higiene. Hay que lavar los genitales desde la zona anterior a la posterior para evitar que los gérmenes localizados en el área perineal y anal lleguen a la uretra. Sin embargo, se desaconseja el lavado compulsivo de la zona e incluso el uso de jabones que pueden ser irritantes.
  2. Cambios de bañador. Durante los baños en playas y piscinas es recomendable cambiar de bañador para no estar mucho tiempo con prendas mojadas, ya que la humedad facilita la proliferación de bacterias.
  3. Ir al baño de forma regular. Según la Asociación Española de Urología es conveniente ir al baño cada tres-cuatro horas (salvo el momento de dormir), aunque no se tengan ganas para así no retener la orina. En el caso de las mujeres, después de cada micción hay que limpiarse de delante hacia atrás.
  4. Las relaciones sexuales son un importante factor de riesgo de cistitis. Se aconseja la micción postcoital y una correcta lubricación.
  5. Usar prendas que permitan la transpiración. La ropa ajustada y con materiales sintéticos pueden asociarse a una mayor prevalencia de determinadas infecciones.
  6. Beber agua en abundancia. Mantener una adecuada ingesta de agua asegura un buen volumen de orina y ayuda a la eliminación de gérmenes. 
  7. No abusar del alcohol y el café, porque son irritantes para la vejiga y pueden agravar los síntomas propios de la cistitis como el ardor en la zona genital.
  8. Tomar alimentos ricos en fibra. Comer frutas, verduras y productos integrales con un alto contenido en fibra contribuye a regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento que dificulta la expulsión de bacterias.

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